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Retrato de Leonardo da Vinci
La obra es una auténtica obra maestra, una más nacida del genio de Leonardo da Vinci. Pintada alrededor del 1500, este óleo sobre nogal muestra a Jesús vestido con una túnica renacentista dando una bendición con la mano derecha y sosteniendo una esfera de cristal en la izquierda, señalando su papel como salvador del mundo y maestro del cosmos.
El Salvator Mundi, que se convirtió en 2017 en la pintura más cara jamás vendida tras ser subastada por 450 millones, no ha dejado de sorprender a los expertos por un misterios detalle: el orbe no muestra signos de la refracción y el reflejo de la luz que podrían esperarse. Por eso algunos incluso han planteado la posibilidad de que fuera cristal sólido.
La realidad, sin embargo, parece ir en sentido opuesto. Investigadores de la Universidad de California han utilizado una usado una sofisticada herramienta de gráficos por computadora para renderizar la composición y han descubierto que lo más probable es que la esfera de cristal que plasmó Leonardo estuviera, en realidad, totalmente “hueca”, según explican en un estudio.
“Eso explicaría su aparente falta de distorsión de fondo y sus tres puntos blancos”, escriben los expertos tras crear un modelo virtual. “Al sintetizar imágenes bajo configuraciones que varían las iluminaciones y las propiedades del material de la esfera, probamos si es ópticamente posible producir una imagen que muestre la esfera de forma similar a como aparece en la pintura”, apuntan.
El ‘Salvator Mundi,’ se convirtió en 2017 en la pintura más cara del mundo
Sus resultados muestran que una “representación ópticamente precisa que coincide cualitativamente con la de la pintura es realmente posible utilizando materiales, fuentes de luz y conocimientos científicos disponibles para Leonardo da Vinci alrededor del año 1500”. Además, analizaron si era plausible que el orbe fuera una bola sólida de calcita, aunque cree que es “poco probable”.
Según los cálculos del equipo de la Universidad de California, la esfera tiene un radio de 6,8 centímetros (2,7 pulgadas) y estaba 25 centímetros (9,8 pulgadas) por delante de la figura de Jesús en la pintura. El orbe no podría tener más de 1,3 milímetros (0,05 pulgadas) de grosor, según sugiere este análisis.
Las sombras en la pintura sugieren una fuerte fuente de luz desde arriba, así como otra difusa más general, detallan los modelos de computadora. Por los pliegues del vestido de Cristo cuando pasan detrás de la esfera (los cuáles no están distorsionados), parece que Da Vinci conocía cómo funcionaban los orbes de vidrio, ya que en ese momento estudiaba óptica.
”Nuestro análisis sugiere que Leonardo entendió estas propiedades ópticas de las bolas huecas y cómo evitar distraer las distorsiones ópticas de la representación de los pliegues de la túnica del sujeto”, escriben los autores del artículo.
Rendrerización de un orbe sólido (A) y de uno hueco (B)
El Salvator Mundi estuvo perdido durante mucho tiempo, hasta que fue redescubierto en 2005. Hay expertos en arte que defienden que Leonardo da Vinci se utilizó a él mismo como modelo para realizar el cuadro. E incluso también existe una teoría que afirma que la Sábana Santa que se venera en la Catedral de San Juan Bautista, en Turín, fue en realidad hecha en el Renacimiento y era, precisamente, una copia de este lienzo.
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