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El embrague es una de las piezas clave de los vehículos con cambio manual, que sigue siendo la mayoría en nuestras carreteras
Después de disfrutar de su automóvil durante los primeros años, es posible que se pregunte cuándo es el momento de reemplazar ciertos componentes. Normalmente, lo hacemos cuando algo deja de funcionar o el coche se avería. Sin embargo, es importante recordar que el perfecto funcionamiento de cada uno de los componentes del vehículo influye en la seguridad de sus ocupantes, su salud, comodidad, ahorro, cantidad de emisiones contaminantes, etc.
El embrague es una de las piezas clave de los vehículos con cambio manual, que sigue siendo la mayoría en nuestras carreteras. Es un componente con un uso aparentemente sencillo, pero que, ante malas prácticas, puede dañarse fácilmente, dando paso a una de las reparaciones más caras en los talleres.
El embrague es una de las partes más delicadas de nuestro coche.
Cambiar el embrague puede costar más de 1.000 €, todo dependerá del coche y de la provincia en la que vivamos (hay zonas más caras que otras). Sea como fuere, se trata de una reparación que no es del agrado de muchos conductores y, afortunadamente, se puede evitar.
Una de las formas es saber qué ruidos debe hacer este mecanismo y cuáles son señal de falla. Generalmente, los sonidos que puede hacer este componente son el resultado de una mala lubricación, pero hay algunos que son más dañinos. Para poder oírlos y diferenciarlos, ponga el freno de mano y arranque el motor sin entrar en ninguna marcha. Rodes, la Red Operativa de Chatarra Española, recoge los principales ruidos que emite este sistema y su significado:
La reparación del embrague puede costar alrededor de 1.000 €
Sonido de raspado al activar el embrague: Según Rodes, este ruido puede estar relacionado con un mal ajuste o mala instalación del control de la transmisión.
Chirridos cuando mantenemos el embrague pisado: Si al pisar el embrague emite un chirrido, puede que tenga que ver con el desgaste de la rótula de la horquilla del embrague. Si el sonido es más parecido al de un grillo, es el cojinete de empuje el que se está desgastando.
Ruido que aumenta cuando pisamos el pedal lentamente: si escuchas este ruido, lo más probable es que el problema esté en el collar. También puede escucharlo al conducir a baja velocidad o al estacionar en reversa.
Ruido en neutral: En este caso también está relacionado con el deterioro de la horquilla de embrague. Normalmente, desaparece cuando pisamos lentamente el pedal del embrague sin acelerar.
Imposibilidad de desenganchar después de un embrague ruidoso: Si llega a este punto, lo mejor es ir a su taller. Cuando esto sucede, es muy probable que sea el amortiguador de disco el que se haya desgastado hasta la destrucción debido a que siempre se activa a revoluciones muy altas.
Otra forma de que el sistema de embrague dure más es eliminar una serie de hábitos que son muy comunes entre los conductores.
Desde Rodes aconsejan que “una vez sea necesario reponer un elemento de este dispositivo, lo mejor es reponerlo por completo (cojinete, placa y disco), ya que el coste de la mano de obra será elevado al tener que separar el cambio del motor por la cantidad de horas involucradas y así evitaremos tener que repetir esa inversión en un corto período de tiempo ”. En ocasiones estos ruidos son simples advertencias, no se apresure a la hora de decidir reemplazar este mecanismo.
Otra forma de que el sistema de embrague dure más es eliminar una serie de hábitos que son muy comunes entre los conductores. No todos los profesores de conducción son igualmente exigentes con el uso del embrague, y esto provoca que lo hagamos mal durante muchos años sin darnos cuenta. Simplemente siga estos consejos para que el embrague no sea nuestro gasto número uno en el taller.
Es muy importante pisar el pedal a fondo al cambiar de marcha, de lo contrario daremos lugar a roces y cambios bruscos que afectarán negativamente a nuestro embrague. Mire su posición de conducción: ¿puede empujar el embrague hasta el fondo? Si no es así, es hora de mover el asiento.
No deje el embrague presionado en un semáforo para tener que jugar menos con los pedales
Trátelo con suavidad, no lo suelte demasiado rápido, acompañe el movimiento del pedal con su pie. Si nota vibraciones extrañas, probablemente esté yendo demasiado rápido para dejarlo, por lo que debería comenzar a soltarlo más gradualmente. En ningún caso intentas accionar la palanca de cambios sin tener el embrague firmemente presionado, y tampoco debes abusar de su uso: no la dejes presionada en un semáforo para tener que jugar menos con los pedales.
Presta atención al iniciar la marcha. Arranca lo más suave posible, suelta el pedal poco a poco y acelera lo suficiente, sin llegar a las 1.500 rpm. A medida que el coche se calienta, podemos subir en revoluciones.
Arrancar en una pendiente es cuando el embrague sufre más
Asimismo, los arranques en pendientes y algunas maniobras, especialmente el estacionamiento, son muy perjudiciales para el embrague. Por último, cabe mencionar que poner el pie izquierdo en el embrague, aunque no lo aprietes, es un muy mal hábito que debes empezar a cambiar. Ponga su pie en el reposapiés de la izquierda y deje que el embrague descanse también.
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